2012: Las Profecías


Indice
Introducción
Alineación Galáctica
    La Astrología Galáctica Axial de J.M. Jenkins
Mega Explosión Solar
Inversión de los polos Magnéticos


Introdcucción

2012 representa un cambio de estado, un abandono de paradigmas, el fin de un ciclo y el comienzo de otro. No se trata de un ciclo cualquiera, sin embargo. Estamos hablando de un ciclo que, por lo menos, debe haber comenzado hace unos 5.100 años, aunque su origen podría estar aún en un pasado más remoto, ya que, dice José Argüelles, este es el último de una serie de 5 que pondrá fin a un período particular de nuestra existencia dentro de la Galaxia Vía Láctea.

Todo cambio augura la muerte de estructuras preexistentes. Todo cambio significa una tensión, una lucha entre lo que ha de ser abolido, demolido, desconstruido, y aquello que podrá continuar existiendo. Es un poco difícil escribir sobre las profecías del 2012 porque diferentes autores han realizado diferentes pronósticos y han entrado en controversia entre ellos. Esto queda muy bien reflejado, por ejemplo, en libros como The Mystery of 2012 de la Editorial Sounds True, que trae artículos escritos por los más importantes heraldos de 2012. La sucesión de profecías que sin parar se han lanzado desde que el tema fue instalado en los medios de prensa, se refiere a la forma en que las fuerzas de la Naturaleza habrán de realizar el trabajo de acabar con las viejas estructuras. La lista parece que se va alargando a medida que la fecha se aproxima. En algunos casos de trata sólo de aspectos espirituales (v.g. J.M. Jenkins), en otros de verdaderos desastres naturales (v.g. J. Argüelles). Sin embargo podemos considerar que los elementos más comunes son las siguientes tres catástrofes:

Alineación Galáctica
Mega Explosión Solar
Inversión del Campo Magnético Terrestre


En este capítulo vamos a explicar lo que la ciencia puede decir sobre estos fenómenos naturales. Lo que creemos que puede ocurrir en los próximos años y de que manera pueden afectar nuestras vidas.

Alineación Galáctica
Dice José Argüelles:

Toda galaxia tiene un centro. Muchas de las galaxias que vemos son galaxias espirales con puntos centrales. El núcleo galáctico es increiblemente denso y allí se crean chorros galácticos e información. Lo que se genera en las galaxias está muy relacionado con lo que ocurre en los quasars y otros fenómenos parecidos. Sabemos que existe una transmisión continua de ondas de radio que llamamos chorros de información, que emanan y son irradiados por el núcleo galáctico. Las preguntas son: cuál es la naturaleza de estos chorros ? Por qué están siendo transmitidos? Es la información de estos chorros la que está creando vida? Es el código del ADN parte de esta información? Cómo afectan realmente estos chorros otros sistemas planetarios? (The Mayan Factor. Path beyond Technology, en 'The Mystery of 2012', Ed. Sounds True, 2007, ISBN: 9781-5917-9674-9)



Precisamos dar un contexto al párrafo anterior: la astronomía ha mostrado que las galaxias tienen un núcleo cuya densidad excede a la del entorno. En su mayoría cuentan con un agujero negro. Incluso la Vía Láctea tiene uno con una masa equivalente a la de millones de soles. Será a este punto central que se refiere Argüelles?

Sin embargo sólo las galaxias de núcleo activo (AGN) han mostrado que producen chorros (jets) de partículas. Los chorros tienen una dirección perpendicular al plano del disco galáctico. La Vía Láctea no es del tipo AGN, y hasta el presente no se le ha detectado ningún chorro. Pero aunque produjera uno, de ninguna forma podría alcanzar al Sistema Solar ya que este se encuentra sobre el disco galáctico, o sea, en dirección perpendicular a la de los chorros galácticos.

Dice además Argüelles que ondas de radio nos envían chorros de información. La afirmación es correcta, pero puede confundir a una persona no instruida en la astronomía. Por un lado estas ondas de radio no siempre tienen relación con los chorros (no son los únicos que emiten ondas de radio). Para la mayoría de las personas la palabra radio se refiere al sistema de comunicación de masas (aunque tal vez alguien recuerde al elemento químico radio, célebre por haber sido el primero en mostrar propiedades radioactivas). De esta forma, hablar de ondas de radio, parece indicar que alguien inteligente está queriendo entrar en contacto con nosotros, de ahí los chorros de información. Bien, no es de este tipo de ondas que habla la astronomía.

Las ondas de radio forman parte de un fenómeno general llamado ondas electromagnéticas. Son las mismas ondas que producen luz, o radiación infra-roja. Las ondas se diferencian, entre otras cosas, por su longitud o frecuencia. Estas magnitudes están unidas por la relación
λ   x   ν = c

donde λ es la longitud de onda, ν es la frecuencia de la onda y c es la velocidad de la luz en el vacío. Llamamos ondas de radio aquellas ondas electromagnéticas cuya longitud de onda λ es mayor que 0,1 mm (aproximadamente). El espectro de radio es muy extenso y abarca desde las microondas, hasta las ondas kilométricas.

El segundo concepto que debemos conocer es que todo cuerpo emite ondas electromagnéticas, simplemente por tener alguna temperatura. De forma aproximada, sigue una ley llamada de Planck en honor al físico alemán Max Planck que la descubrió. Cuanto más caliente es un cuerpo, el pico de la emisión se encuentra en una frecuencia más alta. El cuerpo astronómico más frio que conocemos es el Universo, cuya tempertura es de alrededor de 3 K. El pico de su espectro está en torno a ν=300 GHz o sea λ=1 mm.

Esta forma de emisión radio no es la única que la naturaleza tiene. También ocurre espontaneamente lo que llamamos de emisión atómica. En la Tierra estamos acostumbrados a ver la fluorescencia en substancias naturales, particulamente el fósforo, muy usado en los tubos fluorescentes. El principio es el mismo: dentro de los átomos, los electrones ocupan siempre las posiciones de menor energía. Si algún proceso físico les entrega energía, pasan a ocupar una posición más alta y el átomo queda excitado. Átomos excitados tienen menor estabilidad, y en un intervalo (que puede ser tan breve como millonésimos de segundo o tan prolongado como millones de años) el electrón regresa a su estado de equilibrio, desprendiéndose de la energía sobrante por medio de la emisión de luz. Dado que el Hidrógeno es el elemento más abundante del Universo, su emisión por este tipo de transiciones atómicas es una de las formas más comunes de emisión natural. En el caso de objetos poco densos y no muy cálidos, la división (splitting) hiperfina del nivel fundamental produce una línea con frecuencia ν=1420 MHz y longitud de onda λ=21 cm.

Sumando la radiación de cuerpo negro (Ley de Planck) y la atómica, las emisiones de radio de una galaxia, principalmente de su núcleo, donde se concentra la mayor parte de la masa, pueden ser muy intensas. Tan intensas que equipos no muy sofisticados pueden detectarlas. Ejemplo de esto es que cuando Karl G. Jansky estaba estudiando las interferencias en las comunicaciones de radio, observó por primera vez la emisión del centro galáctico en la longitud de onda λ=14,6 m (ν=20,5 MHz) y la bautizó de estática cósmica (estática es el término usado para referirse al ruido que contamina la señal comunicada).
Mapa en color falso de la Vía Láctea obtenido por medio de un radio telescopio en 21 cm (Copyright: J. Dickey (UMn, USA) y F. Lockmann (NRAO, USA))


Como se puede apreciar bien en la imagen de arriba, no hay ningún chorro de partículas apuntando en nuestra dirección. La región central brillante, es el disco galáctico, la zona donde está localizado el Sistema Solar. Este mapa fue realizado utilizando un radio telescopio sintonizado en la línea de 21 cm, de manera de eliminar las demás frecuencias. De cualquier forma podríamos preguntarnos si la radiación que proviene del Centro Galáctico (CG), que es sin duda la más intensa de nuestra Galaxia, podría ser peligrosa para nuestra salud de alguna manera. Vamos a hacer algunas cuentas. La unidad de medida de la densidad de flujo en radio astronomía se llama Jansky, en honor a Karl Jansky, es abreviada como Jy. Su equivalencia con otras unidades es la siguiente:
1 Jy = 10-26 W m-2 Hz-1

El flujo del CG en 21 cm, debe estar entre 1 y 100 Jy. Para transformarlo en energía debemos multiplicarlo por un ancho de banda, que vamos a fijar abritrariamente grande, 1 GHz. Como nos interesa saber la influencia sobre el ser humano, vamos a considerar una superficie colectora de 1 m2 que corresponde aproximadamente a la de un adulto. Luego
(1 - 100) 10-26 x 109 = 10-17 - 10-15 W

Por otra parte la Federal Communications Commission recomienda que la radiación producida por cualquier equipo electrónico sea menor a 1,6 W kg-1. Es decir que una persona de 60 kg, puede recibir casi 100 W de radiación electromagnética (ver Wireless). En otras palabras, la Vía Láctea podría muy bien aumentar varias veces la intensidad de sus emisiones que todavía seguirían siendo inofensivas (indetecables, de hecho) para el ser humano. Podríamos exagerar el cálculo suponiendo que el flujo del CG es uniforme en todo el espectro electromagnético (lo que puede ser refutado con argumentos físicos) cuyo ancho podemos considerar igual a 1020 Hz. Haciendo el cálculo de nuevo, llegamos a una potencia total máxima que podría absorber el cuerpo de un adulto 10-4 W, un millón de veces menor que el límite fijado por las autoridades norteamericanas. Probablemente el horno de microondas que usamos cada día para calentar el café, el teléfono celular inseparable hoy de toda persona, el router wireless de las redes informáticas o las ondas emitidas por las compañías de televisión satelital estén produciendo radiación electromagnética miles de veces más intensa a la que jamás nos llegará, producida naturalmente por nuestra Galaxia.

Conclusión: La emisión radio del Centro Galáctico no puede hacernos ningún daño, a no ser que estemos esperando un aumento impensablemente grande de la actividad galáctica. Tampoco podemos temer un chorro de partículas letal, porque la Vía Láctea no tiene un chorro tal, y si lo tuviera, estaría apuntado en una dirección muy alejada del Sistema Solar.

Todavía no hemos hablado sobre la alineación del Sistema Solar con el Centro Galáctico. Dice John Major Jenkins

... el Sol en el solsticio de diciembre se ha ido corriendo lentamente, pareciendo converger con el centro de la Vía Láctea a lo largo de miles de años. De hecho, el Sol en el solsticio de diciembre se alinea con la cruz maya y el Centro Galáctico una vez cada 26.000 años - el ciclo completo de la precesión. (The Origins of the 2012 Revelation, en 'The Mystery of 2012', Ed. Sounds True, 2007, ISBN: 9781-5917-9674-9)

Este párrafo tiene muchos elementos que merecen ser explicados en detalle. El primero se refiere a la precesión, el movimiento oscilatorio que es característico de los trompos. La fuerte influencia que crea la Luna sobre la Tierra, hace que el eje terrestre cambie su inclinación respecto al plano de la órbita, llamado Eclíptica: este fenómeno es llamado Precesión de los Equinoccios. La oscilación es muy lenta, dura aproximadamente unos 26.000 años. A pesar de esto, muchos pueblos de la antigüedad ya se habían dado cuenta de uno de sus efectos más notables que es el cambio en la posición de las estrellas, relativa a la Eclíptica. Esa lenta variación hace que los signos del Zodíaco se vean empujados a diferentes épocas del año, lo que configura una de las mayores críticas que se le hace a la Astrología. Y es ese mismo fenómeno el que Jenkins atribuye para justificar la peculiaridad del año 2012, cuando se producirá una alineación que puede ocurrir sólo cada 26.000 años.

El segundo elemento para aclarar es el llamado solsticio. Su explicación requiere comprender la visión geocéntrica del cielo. El Sol posee dos movimientos: diriamente se pasea de Este a Oeste y a lo largo de un año, su punto de salida y puesta se corre hacia de Sur a Norte (también cambia la elevación máxima que alcanza)para volver al Sur. El solsticio se relaciona con este movimiento anual. Hay dos solsticios, uno en el mes de diciembre (aproximadamente el 21) y otro en el mes de junio (también aproximadamente el día 21). Casi todos los pueblos conocían estos instantes importantes en el calendario solar, que marcan de cierta forma los cambios climáticos. Los otros dos días importantes del calendario solar son los Equinoccios que ocurren en los meses de marzo y septiembre y también indican cambios de estación.

Jenkins nos dice que en 2012, el 21 de diciembre durante el solsticio, el Sol estará visualmente en la región del Centro Galáctico, eclipsándolo. La coincidencia sería muy grande, es verdad, y su predicción sin dudas significa una enorme capacidad de cálculo astronómico. La conclusión es clara entonces, los mayas fueron maestros muy hábiles en la Ciencias del Cielo.

La figura de abajo muestra una imagen de como estará el cielo el 21 de diciembre de 2012. La hice usando el programa kstars. En el centro de la imagen, el círculo amarillo representa al Sol, embebido en una región gris que representa a la luz difusa de la Via Láctea. La línea anaranjada inclinada es la eclíptica, la curva imaginaria que traza el Sol en su recorrido anual (o dicho de otra forma, el plano de órbita de la Tierra). Siguiendo la línea anaranjada hacia abajo vemos a Mercurio (Venus queda un poco más abajo, fuera del cuadro), y hacia arriba está el destronado Plutón (un poco más arriba aún está Marte). La pequeña cruz roja con las letras GC, indica la posición del Centro Galáctico. Antes de atribuir gran poder de cálculo a los mayas, debemos saber que el Sol siempre está en esa región, la constelación de Sagitario, en esa época del año, por lo menos en los últimos 2.000 años. Y allí estará por bastante tiempo más hasta que la precesión de los equinoccios lo empuje hasta Escorpio.
Representación del cielo de la ciudad de São Paulo para el día 21 de diciembre de 2012. La pequeña cruz roja indica la posición del Centro Galáctico. El círculo amarillo es el Sol. (Generado con el programa kstars).

Aún así podría ocurrir que para el 2012 el movimiento del eje de la Tierra crease una situación única. Me di el trabajo de verificar esta predicción. Restringí el cálculo a los solsticios entre 1900 y 2100, 200 años. Utilicé programas públicos, distribuidos con un paquete muy utilizado por los astrónomos solares llamado SolarSoft. Calculé la posición del Sol en coordenadas carteasianas, corregidas para el año 2.000 ( técnicamente se llama J2000) y después transformé esas coordenadas en el sistema galáctico, cuyo origen de coordenadas es el CG. Por último grafiqué la separación angular del Sol al CG en función del tiempo. Abajo los resultados.

En el eje de las abcisas (horizontal) está el año, en el eje de las ordenadas (vertical) la distancia angular en grados. La curva roja indica el valor de la distancia para cada solsticio de diciembre. Se aprecia una lenta disminución con un mínimo hacia el año 2219. Pero en el año 2012, marcado por un pequeño círculo negro y dos ejes grises, no hay ninguna particularidad. Hay que tener en cuenta además de que el Sol estará, cuando llegue a su mínima distancia, a más de 5°. No se tratará de ningún eclipse, ya que el tamaño de la región del Centro Galáctico causante de la emisión rádio, es de 37 micro segundos de arco, o escrito en grados 0,00000001°. Cinco grados son una distancia infinita para un objeto de ese tamaño.

Conclusión. No habrá ninguna alineación entre el Sol y el Centro Galáctico, ni habrá ninguna situación particularmente destacable durante el solsticio de diciembre de 2012.

Sin embargo, esta no es toda la historia de la alineación, según Jenkins. A continuación, las derivaciones de sus ideas.

La Astrologia Galáctica Axial de J.M. Jenkins

El norteamericano John Major Jenkins, es uno de los pioneros de las profecías mayas de 2012. Autodidacta, sus raíces van desde la arquelogía hasta el misticismo gnóstico, pasando por la astronomía. Esta independencia de orígenes es, según él mismo, su mayor virtud ya que le permite mantener opiniones diferentes sin sentir obligaciones hacia ningún grupo en particular. De esta forma, Jenkins se convirtió en un excéntrico rechazado por la mayoría de las tendencias proféticas. Al mismo tiempo se siente decepcionado por no haber sido nunca aceptado en el Parnaso Científico.

Jenkins creó (según él decodificó) una astrología maya que relaciona la posición del Sol con el ecuador galáctico y que superpone el movimiento anual del Sol a la precesión de los equinoccios, encontrando una concordancia entre un ciclo de 1 año, con otro de 26.000 años. Para ser más precisos, Jenkins cree haber encontrado en iconografías y epigrafías mayas la versión mesoamericana del Ciclo Precesional de la Cruz Sagrada, aunque debió adaptar la versión original cuyos objetos más importantes son el Polo Norte Celeste y el Primer Punto de Aries, mientras que Jenkins usa el solsticio de diciembre. La idea es que la precesión del eje terrestre, cuyo período es un poco menor que 26.000 años, crea una especie de año, donde cada día (tiempo que lleva al eje girar 1°) dura aproximadamente 72 años terrestres. A medida que el eje va girando, el Sol ocupa diferentes lugares en el cielo durante el solsticio de diciembre. De la misma forma que ocurre con la astrología tradicional, la asociación del Sol con un lugar en el cielo recibe una interpretación particular (los signos del zodíaco). Como con la astrología, esta asociación es simbólica y no supone la acción de fenómenos físicos, sino que actúa en un plano espiritual, no-material. En realidad jenkins identificó sólo un signo en este zodíaco galáctico axial, al que podríamos llamar del yacaré que corresponde a una ancha y larga mancha oscura claramente visible en la Vía Láctea y que él llama de falla oscura (dark rift en inglés), próxima al Ecuador Galáctico. Cuando Jenkins se percató de que en 2012, durante el solsticio de verano, el Sol atravezará el ecuador galáctico, creyó encontrar la clave de la Cuenta Larga maya. De forma más precisa, durante un solsticio de diciembre, el centro del disco solar estuvo más próximo del ecuador galáctico en 1998 (Resaltamos el hecho de que lo que se busca es ver la coincidencia durante un solsticio). Pero como el Sol tiene una extensión de medio grado, desde 1977 y hasta 2019 estará de alguna forma en contacto con el ecuador. La figura de abajo ilustra esta situación.
Esquema que representa el cruce del Sol durante el solsticio de verano por el Ecuador galáctico. La línea roja horizontal representa al ecuador. Los tres círculos amarillos son tres posiciones del Sol durante el solsticio de diciembre: a la izquierda en su primer contacto con el ecuador, a la derecha en su último contacto, en el centro, cuando el centro del disco solar coincidió con el ecuador.


Jenkins habla entonces de una Era 2012, una especie de ventana temporal a lo largo de la cual muchos cambios irán ocurriendo. Su visión no es de ninguna forma catastrófica. Él cree que los cambios se darán en la medida en que la personas quieran aceptarlos, y no espera que tsunamis, terremotos, ríos de lava, tormentas solares o magnéticas, vayan a acabar con la civilización. Su pensamiento es muy simbólico, como toda astrología, y su mensaje reposa en un plano espiritual. Por ese motivo él ha contrariado a los otros profetas del 2012, demostrando que las profecías apocalípticas no tienen base científica.

Sin embargo, el discurso de Jenkins no llegó a conmover a los científicos: ni a los arqueólogos, ni a los astrónomos. Por qué? Sus cálculos no están equivocados. Será por una actitud soberbia y neurótica que teme perder el poder que le da el conocimiento, como cita Jenkins en su libro The 2012 story? (Comentario al márgen: el trato recibido por Jenkins no tiene nada que ver con su no pertenencia al círculo académico, sino con sus ideas. Quienes pertenecemos a este círculo áurico conocemos de casos parecidos con miembros de la propia comunidad). Intentando evitar cualquier actitud egoista, y tratando de ver las cosas en su lado objetivo y materialista (de eso se trata la ciencia) creo que el problema de la teoría de Jenkins es que reposa en bases poco firmes y avanza con pasos muy largos. En los párrafos siguientes voy a contra argumentar los aspectos que, entiendo, son básicos en las ideas de Jenkins.

Astronómicamente, como dije antes, los cálculos de Jenkins son aproximadamente correctos. Me di el trabajo de repetirlos, aunque no utilicé todas las correccciones necesarias, por ese motivo puedo tener discrepancias con sus resultados y con otros más precisos. En la figura de abajo, la curva roja representa la distancia angular del centro del disco solar al ecuador galáctico durante el solsticio de diciembre. Esta distancia es llamada de latitud galáctica. Las bandas grises representan la era 2012, el período durante el cual, el Sol estará en contacto con el ecuador galáctico. Según mis cálculos, ésta comenzó en 1977 (primer contacto) y acabará en 2019 (último contacto). El pequeño círculo azul representa la posición del Sol en 2012. En 1998 ourrió el mayor acercamiento del centro del disco solar al ecuador galáctico durante un solsticio.
Distancia angular del Sol, durante el Solsticio de diciembre, al ecuador galáctico (latitud galáctica), para distintos instantes entre 1900 y 2100. El círculo azul representa la posición del centro del disco solar en 2012.


Jenkins dice en un artículo publicado en Internet, que cálculos más precisos muestran que el fin de la Era 2012, será en 2021, y confirman sus cálculos relativos a 1998. Qué tiene que ver el 2012 entonces? Lo lógico habría sido que los mayas hubiesen marcado el instante central de la conjunción, que ocurrió en el soslticio de 1998. Según Jenkins, un error de 14 años en un calendario de más de 5.000 puede muy bien ser perdonado. Es más, según él, un error de un centenar de años podría ser considerado aún un gran logro. Concuerdo con él. El problema es como tener seguridad de que los mayas hayan previsto tal acontecimiento sin una referencia explícita y sin una coincidendia más precisa? Después de todo el Ecuador Galáctico no es ningún objeto celeste identificable. La imagen de abajo muestra la región central de nuestra Galaxia como se puede apreciar por medio de un telescopio mediano, un poco mejor de como deben haberla visto los mayas.
Fotografía resaltada de la región central de la Vía Láctea. Las líneas verdes representan las coordenadas galácticas. En el centro de la imagen, la línea horizontal rotulada de Ecuador es el Ecuador Galáctico. La cruz magenta indica la posición del Sol durante el solsticio de diciembre de 1998, momento de máxima aproximación. También se identifica la falla oscura.

Como puede apreciarse, el Ecuador Galáctico es una línea abstracta definida por astrónomos modernos. De hecho la definición original fue cambiada, y me atrevo a decir que no es unánime. Apenas representa una convención útil. Podemos suponer que los mayas, si alguna vez tuvieron noción de la Vía Láctea (cuestión que está en duda), hubieran escogido la misma convención? En otros textos, menos astronómicos, Jenkins hace referencia al pasaje del Sol por la falla oscura que puede ser observada sin telecopios en vez del Ecuador Galáctico, una región próxima al Ecuador formada por nubes de gas y polvo que absorbe la luz. Pero aquí es muy poco preciso, porque en algunas publicaciones se refiere a la zona más oscura a la izquierda de la imagen, que se extiende hacia el Norte. Esta región, es asociada a representaciones de yacaré encontradas en inscripciones de Izapa, civilización maya pre-clasica, localizada al Sur del actual México, próximo de la frontera con Guatemala. Pero en ese caso, tan sólo para que el Sol alcance esta región, aún faltan más de 1.000 años. El Ecuador, por otra parte, queda sobre una banda relativamente brillante (ver foto de arriba) a la que le sigue una banda oscura. Si Jenkins se refiere a esta nube de polvo y gas cuando habla de la falla oscura, aún faltan más de 100 años para que el sol del solsticio se aproxime a ella, y mucho más aún para que la atraviese de forma completa. Por último, aumentando la confusión, el texto antes citado, extraido de un artículo escrito por el propio Jenkins, habla del Centro Galáctico!

Estaban al tanto de la precesión de los equinoccios los mayas? Muchos autores creen que es muy posible aunque no encontraron nunca evidencias al respecto. Para que la teoría de Jenkins funcione, los mayas no sólo deberían haberse percatado del fenómeno, sino que además debían haberla medido, para poder prever cuando se produciría la conjunción de 2012. Recién en su último libro (2012, the story), afirma que de forma independiente dos investigadores, Barbara MacLeod y Michael Grofe, habrían mostrado que los mayas no sólo conocían sino también habían calibrado la precesión axial terrestre. Estos descubrimientos, realizados hace pocos años, no creo que sean todavía concluyentes. Se basan en general en el análisis de series numéricas (extraidas por ejemplo del Códice de Dresde) sin ninguna referencia, e interpretadas de manera libre por personas educadas en la astronomía esférica moderna. Es decir, la polución intelectual en la interpretación no puede ser descartada y precisan, necesariamente, de una confirmación independiente que aún es inexistente. Sin conocimiento de la precesión, la teoría de Jenkins se desvanece. Recordemos que muchos investigadores estudiosos de los mayas, todavía afirman que ellos consideraban que el año trópico es comprendido por 365 días exactos (es decir, no conocían los años bisiestos).

Hay otro aspecto que no puede ser dejado de lado. Después de una larga controversia, Jenkins afirma que la Cuenta Larga termina el 13.0.0.0.0, que corresponde al 21 de diciembre de 2012 del calendario gregoriano, durante un solsticio. La elección del fin de ciclo no habría sido casual, y para poder hacerla deberían haber sido capaces de prever un solsticio por lo menos 2.100 años antes (antigüedad de la civilización de Izapa, donde se encuentran los primeros registros de la Cuenta Larga). Si esto no fuera suficiente para mostrar la habilidad astronómica maya, Jenkins nota que al mismo tiempo el comienzo de este calendario, 11 de agosto de 3114 A.C. corresponde al día siguiente en que el Sol pasó por el Zénit de Izapa (es decir, al mediodía el Sol no hizo sombra). Si una fecha podría ser coincidencia, dos, parece muy improbable. Sin embargo, por culpa de la precesión de los equinoccios, el 12 de agosto de 3114 A.C. el Sol no pasó por el Zénit de Izapa, tornando a la fecha en irrelevante. Por otro lado, es un tanto contradictoria la precisión maya para sincronizar su calendario de más de 5.000 años con un error menor que un minuto para determinar el solsticio de diciembre de 2012, mientras que la precisión del alineamiento galáctico, según el propio Jenkins, es menor que 15 minutos. No se entiende entonces, como la misma civilización es incapaz de conseguir resultados parecidos.

Jenkins agrega una gran cantidad de argumentos derivados de sus análisis simbólicos de las iconografías, epigrafías y arquitecturas mayas, principalmente de la ciudad de Izapa. El relato de Jenkins es convincente, aunque demasiado auto-referenciado. No voy a entrar a analizar aquí estos argumentos que él mismo afirma basar en parte en conocimiento gnóstico, o sea, producto de revelaciones. Pero no puedo dejar de destacar que me llama la atención el hecho de que, según Jenkins, los mayas hayan prestado tanta atención al solsticio de diciembre, al que él atribuye la característica de renacimiento. Esta intrepretación es usual entre los pueblos nórdicos, donde, después de un largo y crudo invierno que incluye nevadas y bajas temperaturas, el retorno del Sol (el solsticio es el momento en que el Sol revierte su movimiento) es el presagio de la primavera. Hay extensa evidencia de que pueblos neolíticos europeos construyeron monumentos orientados hacía el lugar donde nace el Sol en el solsticio, como por ejemplo Stonehenge en Inglaterra. Pero los pueblos de latitudes menores, como por ejemplo los de Medio Oriente, no prestaron tanta atención al solticio, siendo el equinoccio y el punto vernal el marco de referencia de la Astrología Occidental. De la misma forma, yo no esperaría que los mayas, pueblo tropical, prestasen tanta atención y diesen tanto simbolismo al solsticio.

Tampoco me resulta muy comprensible la confección de un calendario de más de 5.000 años, sólo para indicar que el último día es importante. Nuestro calendario, cuya relación con el Zodíaco es evidente, consta de divisiones y cada una de ellas tiene alguna importancia. Así, agrupando tres meses, podemos definir las estaciones del año. Sin embargo un ciclo completo de 13 bak'tuns de la Cuenta Larga, no parece tener ninguna relación con el año axial de 26.000 años, incluso considerando 5 ciclos sucesivos que arrojan
5 x 1.872.000 días = 9.360.000 días = 25.623,83 años
un valor bastante menor que los 26.000 años que le lleva al eje de la Tierra girar 360°.

Si bien dentro de la constelación de profetas del 2012, Jenkins es quien demuestra mejor formación académica y es también el menos peligroso ya que no tiene un discurso apocalíptico, sus ideas no terminan de convencer a los escépticos. Los aspectos más científicos o racionales de sus ideas no parecen tener una base coherente. Se le critica también, la obsesión por interpretar astronómicamente la mayor parte de las imágenes y arquitecturas mayas. Por otro lado Jenkins se enoja con aquellos que pedimos cautela para obtener conclusiones. Se enoja con quienes lo mezclan con los apocalípticos de la Nueva Era. Se enoja con los científicos materialistas que desdeñan el misticismo. Se compara con Galileo, perseguido por la Iglesia Romana, obligado a abjurar de sus descubrimientos. Se alegra con el reconocimiento a su trabajo de algunos jóvenes scholars (como M. Grofe y B. MacLeod). Se felicita por las invitaciones que cada vez más frecuentemente recibe para participar en paneles científicos. Se enoja con José Argüelles y Carl Callemann a quienes acusa de tergiversar y confundir la auténtica tradición y culturas mayas. No cabe la menor duda de que es un personaje atípico en toda esta historia.

Mega Explosión Solar

Dice Gregg Braden:

El 10 de marzo de 2006, terminó el ciclo solar de tempestades y comenzó uno nuevo. Está previsto que tenga su máximo en 2012, con una intensidad 30 - 50% mayor que el anterior. (Choice Point 2012. Our date with the window of emergence., en 'The Mystery of 2012', Ed. Sounds True, 2007, ISBN: 9781-5917-9674-9)



En el
capítulo sobre el Sol, mostramos como la variación de su Campo Magnético le altera el comportamiento, cuyos fenómenos más impactantes son las liberaciones de energía y materia, llamadas explosiones y Eyecciones de Masa respectivamente. El campo magnético solar varía casi periodicamente, de forma que cada 11 años aproximadamente los episodios violentos pueden ocurrir varias veces por día, durante el llamado Máximo de Actividad. Entre dos máximos consecutivos, ocurre un Mínimo durante el cual el Sol aparenta estar en estado muy calmo.

La energía de las explosiones y la materia son liberadas en el ambiente interplanetario y, eventualmente, llegan a la Tierra donde interactúan con el medio en general, cambiando las condiciones de la atmósfera en sus capas más altas principalmente, y pudiendo crear algunos problemas en los sistemas de satélites. Menos frecuentemente, los eventos solares afectan equipos en la superficie de la Tierra, como las comunicaciones de radio, o la distribución de energía eléctrica o gas.

Braden alerta entonces, que el ciclo anterior (XXIII) acabó en marzo de 2006 y que vamos en dirección de un nuevo ciclo con máximo en 2012. La coincidencia de fechas llamó la atención de los profetas de 13 Baktun que lo consideran una señal de la veracidad de la profecía maya. Sin embargo debemos hacer varias aclaraciones. En primer lugar, el Ciclo XXIII no acabó en marzo de 2006. Si es para dar una fecha diriamos que el 3 de enero de 2008 apareció la primera mancha de ciclo XXIV (ver la noticia en el portal de la NOAA norteamericana), pero el Ciclo XXIII continuó produciendo manchas durante un cierto tiempo más. Por otro lado el mínimo de actividad ocurrió en diciembre de 2008.

Por otro lado el afirma que el ciclo XIV será más intenso que el anterior y para apoyar sus afirmaciones, cita a Mausumi Dikpati del National Center for Atmospheric Research (Boulder, EEUU). Pero antes de discutir sobre la previsión del ciclo solar, quiero entrar en la cuestión de las consecuencias de las tempestades solares sobre la Tierra. En el capítulo sobre el Sol ya hablamos sobre lo que puede ocurrir. En primer lugar: no esperen una lengua de fuego viniendo desde el Sol, carbonizando la Tierra como en la película Presagio (Knowing en inglés). Tampoco piensen que Dikpati cree que los neutrinos aumentarán la interacción con el núcleo de la Tierra elevando su temperatura, lo que llevará a un aumento de la intensidad y número de los terremotos, como en la película 2012.

Gregg Braden cree que la inversión magnética del Sol, junto con la de la Tierra podría crear un caos generalizado en los seres vivos que, según él afirma, dependen de una forma intensa y aún no comprendida del campo magnético. Sin embargo me cuesta entender porqué variaciones en el campo magnético terrestre, cuya intensidad es menor que 0,5 G (0,00005 T), podría ocasionar más problemas a la salud humana que los imanes de heladera, por dar el ejemplo más común y menos intenso, cuya intensidad suele ser superior a 50 G (0,005 T), o sea 100 veces mayor. De cualquier forma, voy a posponer la discusión sobre las consecuencias de la variación repentina del Campo Magnético Terrestre para el último tópico de este capítulo.

Dejando de lado la cuestión magnética que, a mi entender es la menos problemática del Ciclo de Actividad Solar, se debate mucho sobre las consecuencias que las tempestades o explosiones solares pueden tener sobre la Tierra. Se escucha decir que en la actual era tecnológico-dependiente, los cortes de energía eléctrica que pueden ocurrir en consecuencia de eventos solares (ver Influencia de la Actividad Solar en la Tierra) llegarían a afectar las comunicaciones, incluyendo Internet y colapsando el sistema bancario. (Así lo deja entender la NOAA norteamericana en el artículo NOAA: Sunspot is Harbinger of New Solar Cycle, Increasing Risk for Electrical Systems). Algunas estimaciones catastróficas de los daños que podrían ocurrir se basan en las consecuencias que una explosión del tipo que observó Carrington en 1859 volviera a ocurrir hoy en día (A Solar Super Flare). De esta manera muchas previsiones de daños en la Tierra se basan en el pronóstico de la actividad solar, suponiendo que a mayor actividad mayor es la probabilidad de un evento Carrington que dañe significativamente tecnología sensible en la Tierra. El propio Braden cita a Dikpati para decir que ciclo actual (XXIV) será más intenso que el anterior (Predicting cycle 24 using various dynamo-based tools). Sin embargo el método que usa Dikpati para prever la actividad solar debe aún demostrar su efectividad. De hecho cuando Dikpati publicó su trabajo, la comunidad de científicos solares se encontraba dividida entre aquellos que creían que la actividad aumentaría y los que pensaban que ocurriría lo contrario. Hoy, con más datos, existe un consenso mayor sobre la disminución de la actividad. Métodos basados en la performance de ciclos anteriores o en la intensidad del Campo Magnético Polar han tenido buenos resultados en los años pasados (ver por ejemplo, Petrovay, K., Solar Cycle Predictions, 2010) y ellos prevén un ciclo más calmo. Otros autores también creen que el ciclo XXIV tendrá escasa actividad y menos aún el próximo ciclo XXV que deberá comenzar hacia 2019 aproximadamente ( The Forthcoming Grand Minimum of Solar Activity, S. Duhau and C. de Jager, 2010; Is the Sun Heading for Another Maunder Minimum? Precursors of the Grand Solar Minima, H.Miyahara y. col., 2010 ). El Centro Marshall de la NASA elabora su propio predictor de actividad solar. Usando datos obtenidos el 27 de febrero de 2011, yo hice el siguiente gráfico.
Previsión del Ciclo XXIV elaborada por el Marshall Space Flight Center. La curva roja es la previsión más probable con sus bandas de tolerancia, arriba y abajo en azul. La curva verde representa el índice de manchas elaborado por la NOAA multiplicado por 0,65. La línea punteada indica el máximo de actividad, hacia mayo de 2013.


Del gráfico podemos ver dos cosas: 1) el máximo ocurrirá varios meses después de la fatídica fecha de diciembre de 2012 y 2) en comparación con el ciclo anterior (XXIII) tendremos un máximo menos activo (mitad del índice de manchas), sino fuera aún menor ya que desde 2008 han reajustado hacia abajo la previsión de máximo (ver por ejemplo: Solar Cycle 24 Panel). Por otro lado, los eventos solares más intensos se dan después del máximo, cuando el campo magnético se encuentra muy retorcido. Por ejemplo fue durante octubre/noviembre de 2003, casi tres años después del máximo XXIII, que tuvimos los eventos más energéticos. En otras palabras, de ocurrir algún evento muy intenso, no será antes de 2015 o 2016.

Ahora bien, en toda esta historia hay algo que falta, existe alguna evidencia de que los mayas hubieran tenido conocimiento del ciclo solar? Conocían las manchas del Sol? Percibían cambios en épocas de máximo para poder acompañar su comportamiento? Más allá de deificarlo, y de estudiar su movimiento en el cielo, los mayas deconocían todo sobre él. De su legado escrito y oral, no tenemos ningún motivo para sospechar que alguna vez hubieran tenido al menos alguna inquietud sobre las variaciones cíclicas en la actividad del Sol. De donde entonces, podemos esperar que hayan previsto, 3.000 años atrás, que en el 2012 el Sol tendría una actividad singular capaz de dañar sensiblemente a nuestra civilización? En qué estela o códice, en cual escultura o representación podemos interpretar esta profecía maya para 2012? No es acaso una búsqueda de nuestros profetas modernos de elementos que les permitan sostener sus propias convicciones? La discusión así, se convierte en una cuestión abstracta.

Inversión de los polos Magnéticos

Según Gregg Braden, estamos a las puertas de una inversión del campo magnético terrestre:

Sabemos, por ejemplo, que de vez en cuando ocurre algo realmente excitante, algo impensable. Por razones que no están todavía bien comprendidas, nuestros familiares polos norte y sur intercambian sus lugares, el campo magnético de la Tierra hace una inversión repentina y completa. Aunque las inversiones magnéticas son extrañas en la historia de la civilización, los registros geológicos muestran que ellos suceden rutinariamente en términos de la historia de la Tierra. En los últimos 76 millones de años, ocurrieron 171 inversiones magnéticas, de las cuales al menos 14 en los últimos 4,5 millones de años. (Choice Point 2012. Our date with the window of emergence., en 'The Mystery of 2012', Ed. Sounds True, 2007, ISBN: 9781-5917-9674-9)

Braden cita en apoyo a sus preocupaciones un artículo de la sección de Ciencias del
New York Times que dice: "El colapso del campo magnético de la Tierra, que al mismo tiempo protege al planeta y guía a muchas de sus criaturas, parece haber comenzado seriamente unos 150 años atrás." Y agrega Braden: "Hay pocas dudas, al menos en las mentes de los científicos que la inversión ya comenzó."

Sin embargo el mismo artículo, Will compasses point South?, dice algunas otras cosas que Braden no cita. "Una inversión podría inutilizar el servicio de transmisión eléctrica, herir astronautas y dañar satélites, aumentar el Agujero de Ozono, enviar las auroras polares hasta el Ecuador y confundir pájaros, peces y animales migratorios que dependen de la estabilidad del campo magnético para asistirse en la navegación", comienza diciendo pero inmediatamente agrega: "los expertos dicen que las repercusiones no serán catastróficas, a pesar de algunos pocos augurios fatalistas y evidencias no conclusivas de la relación entre la inversión y extinciones en masa." El artículo informa después que la Agencia Espacial Europea estaba diseñando una misión espacial para medir con precisión la variación secular del campo magnético porque temía algún impacto sobre sus satélites. Y, por último, termina afirmando: "No importa lo que encuentren estas investigaciones, no debemos temer, dicen los científicos. Aunque una inversión sea inminente, puede tomar 2.000 años para completarse. La última ocurrió hace 780.000 años, cuando el Homo Erectus todavía estaba aprendiendo a usar herramientas de piedra." (El resaltado es mío.)

Si destaco este artículo es porque es Braden quien le da importancia y lo usa para afirmar después que la inversión magnética está en ciernes y puede ocurrir tan rápido que un animal puede no llegar a digerir su comida!

Los modelos teóricos del campo terrestre prevén que la duración del cambio no puede durar menos de 2.000 años. Así lo muestra el modelo 3D del interior terrestre ideado por Gary Glatzmaier y Paul Roberts de la Universidad de California en Los Angeles, uno de los más precisos realizados hasta el momento. De hecho en la actualidad, las medidas de la variación del campo magnético muestran valores medios anuales de algunos minutos de arco en declinación (dirección a la que apunta la brújula) y de algunas centenas de nano Teslas (nT) en intensidad (el valor medio de la intensidad es de decenas de miles de nT), según el International Geomagnetic Reference Field. Aunque los cambios dependen de la región del planeta: con un máximo de 20° en Alaska y practicamente nada en Japón en los últimos 100 años. (Magnetic Monitoring of Earth and space, J.J. Love)

No quiero ocultar aquí las investigaciones que dan cuenta de inversiones muy rápidas. En 1995, Coe, Prêvot y Camps, publicaron un trabajo que muestra una deriva magnética de 6°/día, o una inversión completa en un mes ( New evidence for extraordinarily rapid change of the geomagnetic field during a reversal). Este trabajo encontró una secuela recientemente ( Very rapid geomagnetic field change recorded by the partial remagnetization of a lava flow) que muestra una variación de la declinación magnética de 1°/semana. Demás está decir que ambos trabajos son muy controvertidos. Ya dijimos antes que de los modelos teóricos se espera que la inversión lleve miles de años. Pero además tenemos un ejemplo próximo y muy bien estudiado: el Sol, cuyo ciclo de inversión dura en promedio 11 años. Aunque el volumen de la Tierra es mucho menor y su campo magnético más débil, el interior terrestre es una mezcla de metal líquido y núcleo sólido lo que debe tornar los cambios más lentos que en el interior gaseoso solar.

Y entonces volvemos a tratar las consecuencias de una inversión magnética. A pesar de que, como nota el artículo del New York Times, hay alguna evidencia de relación entre extinciones en masa e inversiones magnéticas, la misma es muy controvertida y escasa, y el sentido común me lleva a pensar de que no debería ocurrir nada catastrófico. Para eso basta ver que el campo magnético varía permanentemente. Tenemos una tendencia a esperar que las características naturales sean estables, eternas. Pero no es así, el Universo entero está en permanente cambio. Y en particular las mediciones del campo magnético, como notamos antes, muestran que este está en deriva sin interrupción. Si la vida en la Tierra tiene miles de millones de años, ya debe haberse acostumbrado a estos cambios. Ya dijimos que la última inversión ocurrió hace 780.000 años cuando el hombre todavía estaba en las cavernas. Es más, hoy en día, el ser humano se desplaza miles de km sobre la superficie de la Tierra, llegando a alturas de centenas de kilómetros, en el caso de los astronautas, o de miles de metros en el caso de los pasajeros de avión. En todos esos viajes se ve sometido a variaciones de campo magnético relativamente intensas (con respecto al valor médio del campo terrestre). Que yo sepa hasta ahora no se han reportado daños a la salud de origen magnético.

Para resaltar la importancia de la inversión polar, Braden afirma que cuando esta se produce el campo global se debilita y donde el campo magnético es débil, la humanidad está en crisis. Y así concluye que "los lugares en nuestro mundo con las menores intensidades magnéticas, atravesadas por líneas de contorno cero (0 Gauss), corren directamente sobre del canal de Suez e Israel, son precisamente los lugares donde vemos las mayores oportunidades para un cambio". No sé de que campo magnético 0 habla Braden, porque no hay ningún lugar en la Tierra que tenga un campo nulo. Sin embargo la región con menor campo magnético, del orden de 0,000025 T (25.000 nT o 0.25 G) queda encima de las costas del sur de Brasil, y se extiende más allá de las fronteras de Paraguay y Argentina. Esta es la llamada Anomalía del Atlántico Sur. En comparación con cualquier otro lugar del planeta, esta región es política y socialmente extremadamente tranquila. Como referencia, y ya que él lo comenta, en Medio oriente, la intensidad total del campo magnético es aproximadamente el doble que en la región de la Anomalía.

Concluyo este capítulo preguntándome nuevamente qué indicios tenemos de que el pueblo maya, tan perspicaz, haya percibido la existencia de un Campo Magnético y hallado su influencia sobre los seres vivos. Ni el propio Braden es capaz de citar un ejemplo. Recordemos que aunque la brújula era conocida por los chinos desde el siglo IV A.C., no es hasta el siglo XVII, con los trabajos de William Gilbert, que las propiedades del Campo Magnético Terrestre son estudiadas.

Bibliografia

A continuación una lista de libros y artículos que fueron consultados para escribir este capítulo.

Argüelles, J., The Mayan Factor:Path beyond Technology, en The mistery of 2012, Sounds True, Boulder, EEUU, ISBN: 978-1-59179-674-9 (2009)
Aveni, A. F.,Observadores del cielo en el México antiguo, Fondo de Cultura Económica (México), ISBN: 0-2927-7557-1 (1980)
Bogue, S.W., Glen, J.M.G.,Very rapid geomagnetic field change recorded by the partial remagnetization of a lava flow, Geophys. Res. Lett., 37,L21308, 5 PP (2010)
Coe, R.S., Prêvot, M., Camps, P.,New evidence for extraordinarily rapid change of the geomagnetic field during a reversal, Nature,374,687-692 (1995)
Dikpati, M.,Predicting Cycle 24, using varios dynamo-based tools, Ann. Geophys.,26,259-267 (2010)
Duhau, S., de Jager, C., The Forthcoming Grand Minimum of Solar Activity, Journal of Cosmology, 8,(2010), consultado el 08 de marzo de 2011
Fuls, A.,Archästronomie, http://www.archaeoastronomie.de, consultado el 9 de octubre de 2010
Jenkins, J. M.,2012, a historia, Larousse do Brasil,São Paulo, ISBN: 978-85-7635-718-6 (2010)
Jenkins, J. M., The origins of the 2012 Revelation, en The mistery of 2012, Sounds True, Boulder, EEUU, ISBN: 978-1-59179-674-9 (2009)
Jenkins, J. M.,The True Alignment Zone: http://alignment2012.com/truezone.htm, consultado el 26 de diciembre de 2010
Jenkins, J. M., The Great Year and the Lost Star http://www.alignment2012.com/thoughtsoncpak-sent-to-heidi5-24.html, consultado el 26 de diciembre de 2010.
Miyahara, H., Kitazawa, K., Nagaya, K., Yokoyama, Y., Matsuzaki, H., Masuda, K., Nakamura, T., Muraki, Y.,Is the Sun Heading for Another Maunder Minimum? Precursors of the Grand Solar Minima, Journal of Cosmology, 8,(2010), consultado el 08 de marzo de 2011.
Petrovay, K., Solar Cycle Predictions, Living Rev. Solar Phys. 7, 6,(2010), consultado el 27 de diciembre de 2011, URL:http://www.livingreviews.org/lrsp-2010-6


Guillermo Giménez de Castro, protegido bajo Licencia Creative Commons. Última revisión: 16/03/2011


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